La cerveza se disfruta mucho más cuando está en el punto perfecto de frío. No se trata solo de sabor, también de frescura y experiencia. Aquí te dejamos algunos consejos prácticos para que nunca te falte una chela bien fría en casa:
1. Guárdalas siempre en el refrigerador
La temperatura ideal está entre 4° y 7°C. Así conservas el sabor, la carbonatación y la espuma perfecta.
2. Evita la luz directa
La exposición prolongada a la luz puede alterar el sabor de la cerveza. Mantén tus botellas y latas en un lugar oscuro o en su empaque original.
3. Manténlas de pie
Al colocarlas en posición vertical, reduces el contacto con la tapa o el cierre, evitando que aparezcan sabores metálicos.
4. No las congeles 
Aunque parezca una buena idea enfriar rápido, el congelador daña la estructura de la cerveza y afecta su calidad.
5. Planea con anticipación
Si tienes una reunión, enfría tus cervezas con tiempo. Así evitas improvisar y disfrutas del sabor en su mejor punto.
El secreto está en cuidar temperatura, luz y posición. Con estos simples pasos, siempre tendrás tus cervezas frescas y listas para disfrutar.
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